El aceite de oliva virgen extra, con un alto contenido en polifenoles, en el contexto de una dieta mediterránea es beneficioso para la prevención de enfermedades cardiovasculares, según constata un estudio del Instituto Municipal de Investigación Médica (IMIM)-Hospital del Mar de Barcelona. La investigación, publicada en ‘The Faseb Journal’, demuestra que los polifenoles, enzimas conocidas por sus propiedades antioxidantes, son responsables de cambios en la expresión génica.
La coordinadora del grupo de investigación en riesgo cardiovascular y nutrición del IMIM-Hospital del Mar e investigador del Ciber de Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición, Maribel Covas, señaló que «los polifenoles pueden reducir la expresión de genes involucrados en la formación de la placa de ateroma», exceso de grasa en las arterias.
«Ello explicaría la propiedad cardioprotectora observada entre las personas que siguen una dieta mediterránea tradicional», añadió Covas.
La investigación contó con la participación de un grupo de 90 personas sanas, con edades comprendidas entre los 20 y los 50 años. Cada uno de los participantes fue asignado al azar a uno de los tres grupos del estudio durante un periodo de tres meses.
A un primer grupo se le administró dieta mediterránea con aceite de oliva virgen extra, al segundo dieta mediterránea con aceite de oliva pobre en polifenoles y, por último, el tercero actuó como grupo de control, ya que no siguió ninguna dieta específica.
Aún cuando la muestra es reducida, el estudio ha permitido observar una relación causa-efecto entre el tipo de dieta seguida durante el periodo en estudio y la expresión en células sanguíneas de genes de inflamación, un proceso responsable de la producción de aterosclerosis.
Los investigadores concluyen que la propiedad cardioprotectora de los polifenoles del aceite de oliva virgen extra aporta nuevas evidencias sobre el efecto beneficioso de la dieta mediterránea que, complementada con aceite de oliva virgen, es una buena medida para prevenir la enfermedad coronaria, una de las primeras causas de muerte en los países desarrollados.
Además, abre nuevas vías de investigación y de futuros tratamientos mediante terapias nutricionales para prevenir la aterosclerosis, que se caracteriza por la acumulación de depósitos de grasa en la pared interna de las arterias provocando su engrosamiento y endurecimiento.